Con ella puedes preparar recetas saludables y de fácil digestión
La carne de conejo no es de las que más predominan, por norma general, en nuestra mesa. Y es una pena, porque tal como señala la Organización Interprofesional para Impulsar el Sector Cunícola (INTERCUN) son muchas sus buenas propiedades. La composición de esta carne, sabrosa como pocas, es lo que le confiere su importante valor nutricional.
Es una carne ligera. Su aporte energético supone aproximadamente 130 Kcal. por cada 100 gr. A diferencia de la carne de pollo, que termina resultando necesario sacarle la piel para bajar sus altos valores calóricos. Además, es rica en proteína de alto valor biológico, con todos los aminoácidos, rondando los 23 gr. por cada 100 gr.
Supone una fuente importante de vitaminas del grupo B (B3, B6 y B12) junto a minerales esenciales como el fósforo, el selenio y el potasio. Además, se trata de una carne baja en sodio, algo a tener en cuenta especialmente en la dieta de las personas mayores que puedan sufrir hipertensión.
Por último, es una carne blanca y magra, es decir, con bajo contenido graso (entorno al 4%), y muchos de los ácidos que aporta son poliinsaturados, los más saludables para cuidar el sistema cardiovascular.
Estas son algunos de los beneficios de la carne de conejo que aconsejan su inclusión dentro de una dieta variada y equilibrada tal como se señala en el documento sobre La Carne y la Salud en Adultos elaborado por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
Entre las recetas tradicionales, el estofado de conejo es una de las habituales y de las más apreciadas, pero existen muchas otras que pueden llegar a sorprender. Las distintas especias pueden ser el secreto de platos deliciosos en los que es sencillo prescindir de la sal. Tomillo, romero, orégano, perejil… son condimentos perfectos para preparar la carne de conejo como más te guste.
Dejándola macerar unas horas, en algún tipo de marinado hecho a base de estas plantas aromáticas, aceite de oliva, ajo picado, pimentón dulce, pimienta… (lo que quieras), la tendrás lista para simplemente hacerla a la plancha, o al horno. Si lo prefieres al horno, igual que si hicieses un pollo a tu gusto, con cebolla, pimientos, papas, el conejo da un resultado excelente. En brochetas o en guisos, que no quieras que resulten demasiado pesados. Las opciones son infinitas y los beneficios que puede aportar esta carne, también.
¡Si querés saber cómo hacer un estofado de conejo, hace clik acá abajo!
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Cristal
Estoy haciendo la receta... Muy muy rica para el frío
Elizabeth
Mi Esposo se quebró y nos recomendaron conejo en su dieta, es muy sabroso en sopa. Esta sañando de maravilla 😊